Esta es la segunda parte de nuestra mini serie sobre corredoras (puedes ver la parte I acá).
Como les venía contando anteriormente, una de las cosas que me pasan más habitualmente al momento de invertir es el recibir preguntas sobre el “dónde”. Por ejemplo, estaba el otro día dando una charla donde habían unas 20 personas entre 25 y 33 años, y una de las preguntas más concretas que salían una y otra vez era el “dónde invierto”, “cuál elijo”, “cuál es mejor”, “cómo sé si es buena o mala”, etc.
Esto es bastante lógico porque una de los grandes dolores que tenemos hoy en día es que existe una muy grande oferta de opciones de plataformas, corredoras, aplicaciones, brokers de inversión y muy poca claridad respecto de cuál es buena y cuál es mala.
Además, es muy distinta la forma de evaluar estas alternativas por parte de una persona de 25 años a la de una de 55 años. Evidentemente la facilidad (por regla general) que tiene un joven con plataformas digitales es distinta a la de un adulto más maduro y eso suele hacer que se prefieran distintas formas de hacer las cosas.
Es por eso que en este par de artículos he intentado establecer ciertos criterios que puedan servir para orientarnos al momento de tomar esta decisión. Yo ya pasé por unas 5-6 corredoras chilenas distintas y he tenido que ir variando con los años. La que uso actualmente no es perfecta en varios sentidos (por ejemplo, tiene una interfase bastante mala en comparación con la competencia), pero es de las más competitivas en cuanto a comisiones y tiene la suficiente robustez como para darme algo de seguridad de que no va a desaparecer).
Image by drobotdean on Freepik
La corredora ideal, repasando los criterios que vimos en la Parte I
A la luz del artículo anterior, la corredora que buscamos tiene que cumplir con a lo menos los siguientes requisitos:
- Sea una de las 3 más baratas del mercado en cuanto a comisiones y no tenga comisiones de custodia y/o de dividendos.
- Sea reconocida y respetada en el mercado por su visión de largo plazo y que tengamos relativa seguridad de que podremos invertir con ellos los próximos 20 años.
Transar internacionalmente
Me acuerdo que cuando era joven solía ver en la televisión muchas empresas muy famosas que estaban totalmente fuera de mi alcanza. Desde cosas como Amazon a Apple, ninguna de esas acciones transaban en Chile, mi país natal, lo cual me hacía pensar que me estaba quedando fuera de los grandes motores del desarrollo de nuestra generación.
Esto me hizo ir a preguntar a distintos bancos sobre cómo podía hacerlo, y me cerraron las puertas una y otra vez. “Tienes que invertir a lo menos 5000 USD por vez para que podamos hacer algo, me solían decir”, lo cual, evidentemente era imposible para mi en aquella época.
Esto me hizo terminar recorriendo muchas alternativas hasta darme casi por vencido. Tanto fue así que un par de años solamente invertí en acciones locales (donde tuve mis altos y mis bajos), mirando de reojo toda la literatura (sobretodo de USA) que salía.
Pasaron los años y llegué al punto donde ya podía hacer transacciones internacionales por los montos que me pedían… y para mi sorpresa, ahora si estaban dispuestos a ayudarme y a referirme a otros lugares donde se podía invertir… sin un monto mínimo.
En Chile y en el mundo, poca gente está dispuesta a ayudarte y a abrirte las puertas si no tienes suficiente dinero para comprar la entrada. Esto es una de las cosas que más me indignan y es una de las razones de fondo por las cuales estoy haciendo este blog, entre otras cosas.
Image by Mabel Amber on Pixabay
Sin montos mínimos o “barreras de entrada” artificiales
La anterior experiencia me hizo darme cuenta que habían alternativas más “pequeñas” que los propios bancos que estaban dispuestos a dejarme transar internacionalmente.
Es por eso que siempre recomiendo que optes por alternativas que te permitan comprar y vender instrumentos financieros sin obligarte a invertir un monto mínimo de dinero (solamente el valor del instrumento mismo). Existen estas alternativas y no dejes que te engañen diciendo que no es posible. Esto último lo dicen solamente personas que no quieren que sigas haciendo negocios con ellos… mantente lejos de esa gente.
Además, afortunadamente han avanzado mucho las cosas desde que yo partí haciendo estas preguntas unos 12 años atrás. Gracias a la globalización y también debido a que el COVID nos forzó a digitalizarnos, es que ahora existen un montón de aplicaciones de celular nuevas que nos permiten acceder a otros mercados por comisiones muy pequeñas.
El transar sin un monto mínimo es uno de mis requisitos fundamentales para saber si hago o no negocios con esa empresa.
Facilidad para obtener de vuelta mi dinero
Otra cosa que he ido aprendiendo recientemente es que uno en ciertas oportunidades necesita liquidar y usar el dinero en otra cosa. Puedes ser desde tener que pagar una emergencia de salud, comprar una casa a liquidar posiciones y adquirir otro vehículo de inversión.
Aquí es cuando las sorpresas aparecen. Por ejemplo, he tenido que aprender en situaciones apremiantes que liquidar dinero de una de estas corredoras o plataformas no es tan fácil como suena, en especial cuando sacas harto dinero de un solo golpe.
Sugiero siempre hacer un ejercicio de sacar dinero, aunque sea un monto muy pequeño, solamente para aprender cómo funciona el sistema y sobre todo cuánto se demoran. Muchas veces no es instantáneo, a pesar de que te dicen lo contrario.
La corredora ideal, Parte II
A la luz del artículo anterior y este artículo, la corredora que buscamos tiene que cumplir con a lo menos los siguientes requisitos:
- Sea una de las 3 más baratas del mercado en cuanto a comisiones y no tenga comisiones de custodia y/o de dividendos.
- Sea reconocida y respetada en el mercado por su visión de largo plazo y que tengamos relativa seguridad de que podremos invertir con ellos los próximos 20 años.
- Transar internacionalmente y permitirte comprar acciones o inversiones de todo el mundo.
- No exigir montos mínimos de inversión y no discriminarte si quieres invertir poco.
- Que te permita tener tu dinero de vuelta en menos de 48 horas.