¿En qué fijarse al elegir una corredora, aplicación de inversión o broker? Parte I

Fecha de Creación
February 7, 2022
Categoría
Finanzas Personales
Tipo
Artículo

Últimamente se han popularizado una serie muy grande de corredoras de bolsa, bancos de inversión, aplicaciones móviles de inversión, robo advisors, etc.

Esto ha generado que tengamos el clásico problema de “parálisis por análisis”. Es decir, una gran gama de opciones no necesariamente es mejor, ya que nos abruman tantas opciones y terminamos quedándonos paralizados al momento de decidir. ¿Cuál es la mejor alternativa?, ¿cuál me conviene?, ¿será oportuno usar esta o esa otra?

Es por eso que les dejo a continuación la Primera Parte de aquellas cosas en qué fijarse al momento de elegir entre una u otra opción:

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Image by drobotdean on Freepik

El tema más importante: las comisiones

Por lo general, las corredoras de bolsa, los bancos, las aplicaciones de inversión, son todos básicamente lo mismo: tipos de intermediarios entre tú y la inversión. Por eso es que cuando compras acciones de, por ejemplo, Apple, Walmart o Microsoft, por una u otra vía, obtienes el mismo exacto activo: dichas acciones.

Si estás comprando exactamente el mismo activo por medios distintos, lo más inteligente sería usar aquel mecanismo que tenga las comisiones más baratas. Siendo todo lo demás constante, a menores comisiones, más dinero queda en tus bolsillos.

Ahora, no todas las comisiones que te cobran son iguales y algunas son más “transparentes” que otras (siempre pasa que hay un par de comisiones medio “fantasmas” de las cuales te vas enterando en el camino).

A continuación, te dejo una lista de comisiones y aquellas cosas en las cual te debes fijar al momento de invertir:

  1. Comisión del broker o corredora por operar: es una comisión que te cobran por el solo hecho de comprar o vender un activo. Por ejemplo, si compras acciones de Amazon, la comisión que te cobrarían será un porcentaje del monto invertido.
  2. Comisión de custodia: esta es la más peligrosa. Consiste en un porcentaje del valor de tus activos que te cobran todos los años por el solo hecho de mantener nuestras acciones o activos. Así, por ejemplo, si tienes $100, por el solo hecho de que tengan tus $100 te cobran un % de tu dinero, todos los años.
  3. Canon de bolsa: consiste en una comisión que se cobra cuando hay transferencias internacionales y vienen de las comisiones que cobran las diferentes bolsas internacionales. Muchas veces las corredoras de bolsa lo que hacen es “meterlas” dentro de la comisión del broker y te lo cobran todo junto.
  4. Comisión por cobro de dividendos: Estas comisiones no son tan habituales pero existen. Consisten en cobrarte un porcentaje de los dividendos que recibes de tus activos. Este tipo de comisiones hay que evitarlas como el fuego.
  5. Comisión por cambios internacionales: Básicamente es la comisión que te cobran por comprar o vender dólares, euros u otros tipos de monedas. No hay mucho que hacer para evitar estas comisiones si inviertes internacionalmente.
  6. Comisiones por retiros: Consiste en aquellas comisiones que te cobran por el hecho de pedir que te devuelvan tu dinero. Aunque suene ridículo, es más habitual de lo que uno piensa.
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Foto por Matthew Bennett en Unsplash

¿Qué tan probable es que siga existiendo en 20 años más?

Otro elemento que es muchísimo más subjetivo (como nos mostró la crisis del 2008) es el análisis de la probabilidad de sobrevivencia del intermediario.

En palabras sencillas, si voy a seguir invirtiendo los próximos 30-50 años de mi vida. ¿La corredora que elegí seguirá existiendo para ese entonces? No nos queremos encontrar con la sorpresa de que todo nuestro dinero desaparece con la quiebra de nuestro corredor. Esto es claramente imposible de predecir pero podemos tener algunas intuiciones al respecto.

En este sentido alguna de la cosas en que te puedes fijar son:

  1. Cantidad de años que lleva en el mercado la institución. Idealmente 20+ años.
  2. Cantidad de activos administrados. Esto tampoco nos da ningún tipo de certeza, pero puede ser más probable que muera una empresa pequeña en el rubro que una muy grande (aunque insisto que nada está asegurado como vimos en el 2008.
  3. Si tiene una institución mayor que le ayuda, como lo puede ser un banco.
  4. Cuál es la visión que proyectan públicamente (es muy distinto el negocio que se está construyendo con miras a durar 100 años a aquel que quiere ser el mejor ahora y está dispuesto a sacrificar cosas por obtener una mejor rentabilidad al corto plazo).

En definitiva esta es una problemática que tengo más habitualmente con las aplicaciones de inversión que están ploriferando. Me da la impresión de que muchas de ellas pueden implosionar en cualquier momento y por eso hay que tener cuidado. Al final, lo que nos importa es protegernos de una gran pérdida en el largo plazo.

La corredora ideal (Parte I)

En diversos artículos iremos revisando en profundidad cuál es la corredora ideal, pero a la luz de este artículo, esa corredora tiene que cumplir con a lo menos los siguientes requisitos:

  1. Sea una de las 3 más baratas del mercado en cuanto a comisiones y no tenga comisiones de custodia y/o de dividendos.
  2. Sea reconocida y respetada en el mercado por su visión de largo plazo y que tengamos relativa seguridad de que podremos invertir con ellos los próximos 20 años.

Te invito a seguir revisando estos temas en las siguientes partes presionando aquí.

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