La semana pasada estaba haciendo una asesoría a M.R. y llegó el momento de evaluar en qué invertir. Ella en particular había heredado algo así 4 millones de dólares, y estos estaban en propiedades y algunas acciones. Sin embargo, estos activos no permitían que M.R. estuviera tranquila y, contrario a lo que se pudiera pensar, el tener más dinero y no saber dónde ponerlo la hacía preocuparse mucho más que antes de tener ese dinero.
Esto me hace pensar varias cosas bastante interesantes sobre el dinero:
Foto por COURJAULT Maxime en Unsplash
Hay muchas formas de invertir en el mundo, y no todas te convienen
Nuestro dinero puede tomar tantas formas como nosotros queramos. Finalmente, y como hemos dicho antes, el dinero en sí mismo no sirve para nada. El dinero solamente nos sirve para comprar bienes y servicios. O, en este caso, para invertirlo.
Es por eso que en este artículo quiero explorar los distintos tipos de inversiones en los que puedes meter tu dinero:
- Acciones de empresas: se trata básicamente de comprar un porcentaje o “pedazo” de una empresa. Así, por ejemplo, si una empresa del señor Coca Cola vende sus acciones, lo que está haciendo es transferir la propiedad de una persona a otra. En virtud de lo anterior, cuando tienes un “pedazo” de la empresa, también tienes derecho a un “pedazo” de las utilidades, de los activos y de las deudas. Eres básicamente el dueño, y todo lo que ello conlleva.
- Fondos Mutuos, Fondos Indexados, ETF, Fondos de Inversión Privados (FIP): En palabras sencillas, cuando no tienes el tiempo, experiencia o conocimiento para seleccionar tus propias inversiones, una alternativa que tienes disponible es pedirle a un “experto” que invierta por tí. Este experto lo que hace es tomar tu dinero, invertirlo, y cobrar una comisión por hacerlo. Cuando hacen esto de manera sistemática y con muchas personas, crean los “fondos mutuos”, donde hay muchos inversionistas entregándole su dinero a expertos para que lo inviertan por ellos. Los Fondos Indexados, ETF, o FIPs, son (muy simplificadamente) tipos de inversión donde tu le entregas tu dinero a un experto para que la “invierta” por ti. Profundizaremos más en estos temas en un par de artículos más adelante de la guía de inversión.
- Inmuebles de inversión: La idea es poner tu dinero a trabajar en una propiedad, que puede ser una casa, un departamento, una oficina, etc., y que a través de alguno de los clásicos modelos te genere más dinero. Los clásicos modelos para ganar dinero en inversión inmobiliaria son: Comprar y vender; Comprar y arrendar; Comprar, arreglar y vender; Desarrollar un inmueble.
- Propiedad Intelectual o Industrial: Cuando no tienes mucho dinero, una alternativa es “ponerse creativo” y armar una creación que antes no existía. Por ejemplo, un podcast, una página web, un libro, una canción, una máquina, un mueble, que permita, a través de no invertir mucho dinero, venderlo múltiples veces. La propiedad intelectual da mucho para pensar y crecer.
- Capital de Riesgo o Empresas Privadas: Parecido a invertir en Acciones, invertir en capital de riesgo es invertir en empresas, pero de menor tamaño y normalmente en crecimiento y expansión. Esto tiene un mayor grado de riesgo ya que se trata de empresas que no han logrado todavía demostrar su valor intrínseco y perdurar en el tiempo. Por eso siempre es recomendable ser cuidadoso cuando se invierte en este tipo de vehículo financiero, ya que gran parte de los emprendimientos o compañías en crecimiento sufren (o hasta mueren) en el camino.
- Bonos Corporativos: Aquí la idea es invertir en instrumentos de deuda de las empresas. En palabras sencillas, esto quiere decir que cuando una empresa necesita dinero puede salirlo a buscar en los bancos o con los particulares. Cuando lo hace con los particulares, estamos frente a un bono. Por ejemplo: si una empresa como Coca Cola quiere expandirse a un nuevo mercado, puede requerir dinero para hacerlo (por ejemplo, contratar gente, armar fábricas, etc.) y para ello puede o sacarlo de sus ahorros, sacarlo de dinero prestado por un banco (un crédito) o pedirle a terceros. Estos terceros lo que hacen es prestarle dinero al señor Coca Cola, a cambio de que le devuelvan lo que prestaron con un interés. Este “préstamo” privado se deja por escrito en un documento que se llama “Bono Corporativo”.
- Emprendimientos Propios: Aquí la idea es poner dinero en un lugar donde tú estás creando algo nuevo que antes no existía y que permite a las personas obtener un servicio o bien novedoso. Esto puede ser en extremo riesgoso pero a la vez puede dar grandes rendimientos en el largo plazo. Lo que sí tienes que tener claro, es que no existen los emprendimientos “fáciles”. Siempre requiere tiempo, dedicación y esfuerzo.
- Crecimiento Personal (diplomados, cursos, postítulos, carreras universitarias, técnicas, etc.): Otra forma de invertir es a través de crecer interiormente. Esto siempre es una inversión (la educación) desde la perspectiva personal, pero algunas veces no es tan “rentable” financieramente. Existen una industria gigantesca de la educación que genera millones de dólares con enseñanzas que no hacen que las personas estén mucho mejor desde una perspectiva financiera. Por eso es que hay millones de personas con títulos universitarios inútiles que no les granjean grandes réditos.
- Depósitos a plazo: Una alternativa bastante defensiva consiste en tomar el dinero y dárselo al banco, para que este lo preste a terceros a través de otorgar créditos. De esta forma, el banco te entrega algo de interés a cambio de que no puedas “recuperar” tu dinero hasta haber pasado el plazo fijado.
- Criptoactivos: Básicamente la idea aquí es ser dueño de una “divisa” digital que te permita comprar bienes y servicios, tal como si estuvieras comprando “dólares” o “euros”.
- Commodities: La idea aquí es comprar cosas como oro, plata, trigo u otros similares, para luego venderlo a un tercero. La ganancia está básicamente en comprar barato y vender caro.
- Divisas: La idea aquí es similar a lo anterior. La idea es comprar divisas (“dólares”, “euros” u otras monedas de países) y en virtud de ello poderlas vender en el futuro más caras.
Es peligroso poner todos tus huevos en la misma canasta. La diversificación a lo largo de los diversos vehículos de inversión.
Como vemos, invertir puede tomar muchas formas y colores. El tener un portafolio (grupo de inversiones) atractivo puede ser de distintos sabores. Lo importante es entender que tener todas tus inversiones en un mismo vehículo puede ser muy atractivo pero a la vez muy riesgoso (si esa inversión quiebra o se pierde por cualquier motivo, perdemos todo nuestro patrimonio). Por regla general, la mayoría de los inversionistas se benefician de tener diversificado su portafolio.
¿Cómo elegir en qué invertir?
Algunos criterios que tenemos que considerar al momento de elegir nuestra inversión son:
- Nuestra personalidad funciona solo con algunos tipos de inversión: Es muy distinto emocionalmente tener un departamento arrendado con una persona que te está depositando todos los meses, que tener una acción en la bolsa que sube y baja todos los días. Algunas personas duermen mejor con uno u otro tipo (recordemos, la idea es que tengas más de uno).
- Nuestra aversión al riesgo: Hay inversiones más riesgosas que otras (por ejemplo, divisas, criptoactivos, que inmuebles). Esto es muy importante porque tenemos que entender que a mayor riesgo, mayor volatilidad, y mayor probabilidad de que hagamos algo mal.
- Nuestro conocimiento: Obviamente, recordemos siempre que la mejor forma de minimizar nuestro riesgo no es eligiendo uno u otro tipo de activo, sino sabiendo lo que estamos haciendo. Si entiendes perfectamente un mercado, no tiene nada de riesgoso invertir todo lo que tienes en ese lugar.
- No todos los huevos en una misma canasta: Recordemos lo que dijimos en el apartado anterior, siempre es bueno tener algo de diversificación.
- La dedicación que podemos darle a invertir: Es muy distinto tener muchas horas para leer estados financieros y hacer estudios de mercado, que tener poco tiempo porque tienes un trabajo. Existen inversiones con más tiempo de mantención (inversión en acciones) y otras con menos tiempo de mantención (inmuebles o ETFs).
- El tiempo que nos queda de inversión: Es distinto tener 50 años por delante, que 10 años por delante. A mayor tiempo, más riesgo puedes asumir y más puedes esperar a que las cosas suban. Mientras menos tiempo, idealmente aquellas inversiones más dividinderas posibles.