¿Qué tan realista es financieramente el consejo “dedícate a lo que amas”?/

Fecha de Creación
August 23, 2021
Categoría
Finanzas Personales
Tipo
Artículo

Hay una charla de Jim Carrey, el actor y comediante, que siempre me ha llamado mucho la atención.

En esta charla Jim habla sobre las distintas cosas que aprendió de su padre. Su padre siempre había querido ser un comediante, pero como eso era muy riesgoso (y probablemente, muy mal pagado), había decidido ser contador y tomar el “camino seguro”. Sin embargo, con los años, su padre, a pesar de haber hecho el esfuerzo de tomar una carrera con trabajo “asegurado”, había tenido grandes dificultades financieras que lo habían llevado a tener muy malos momentos con su familia.

En esta parte de su charla Jim dice:

“Aprendí muchas y grandes lecciones de mi padre, siendo una de ellas que puedes fallar en aquello que no amas, por lo que bien puedes darle una oportunidad a hacer aquello que amas.” Jim Carrey

Si quieren, pueden verla en el siguiente link:

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Foto por Evangelos Mpikakis en Unsplash

¿Cuántas veces hemos optado por una carrera, profesión u oficio por miedo a hacer aquella otra cosa que amamos?

Con los años he visto literalmente cientos de cientos de personas que toman una carrera por miedo a optar por esa otra pasión que aman. Esto lo he visto muchas veces como docente universitario de la carrera “Leyes” (o “Derecho”, como se le llama en Chile).

Un ejemplo típico es mi carrera: abogados. Muchas personas la eligen aunque realmente no aman lo que hacen y que terminan viviendo su vida como zombies hasta que llega el fin de semana.

Esto siempre me deja con un sabor de que hay algo que no estamos viendo. Algo no estamos haciendo bien. Algo está mal o lo estamos mal entendiendo.

Muchos libros y autores dicen que debes empezarte a dedicar a aquellos que amas y el dinero vendrá como producto de ello.

¿Qué tan realista es el consejo “dedícate a lo que amas”?

Lo único que me cuesta cuando escucho esto de “dedícate a lo que amas” es que siento que no es muy realista. Es muy fácil decirlo cuando tienes pan sobre la mesa y un rico lugar al cual llegar. Distinto es cuando no tienes cómo comprar el pan y mantequilla.

La vida se ha ido poniendo cada vez más cara (literal y figurativamente) y es un flaco favor andar diseminando la idea de que puedes dejar todo tirado y dedicarte a un hobbie que amas sin tener un plan.

Como siempre digo: “Te invito a pagar la cuenta de la luz con abrazos y buenas intenciones”.

Si vas a dedicarte a lo que amas tienes que tener un plan, una estrategia, para poder hacer frente a la cruda realidad.

SÍ PUEDES dedicarte a lo que amas, pero siempre TIENE que ir acompañado de un plan financiero para que funcione. La vida puede ser muy cruel e indiferente si no te preocupas. Por eso creo que el aprender sobre finanzas personales es LA GRAN HERRAMIENTA que necesitas para vivir tus sueños. Sin eso, NO es realista el consejo de dedicarse a lo que amas.

Siempre puedes tener grandes sueños, pero cuando llega el momento de ir por ellos uno está lleno de miedos, inseguridades, que te pueden jugar una mala pasada. Es por eso que tener una estrategia es la mejor forma de vivir tus sueños.

Déjame darte un ejemplo:

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Foto por Aaron Burden en Unsplash

¿Te puedes dedicar a tiempo completo a escribir esa novela que siempre quisiste?

Depende.

Si tienes una familia que mantener, puedes hacerlo, pero tienes que tener una forma de poner la comida en la boca de tus hijos. Esto se puede hacer de distintas formas: puedes tener ahorros que te permitan tomarte un año sabático y escribir tu libro; puedes tener una pareja o familiar que cubra tus gastos ese tiempo; o, la que más me gusta, puedes tener inversiones que te permitan vivir de ellas durante un tiempo.

Si no tienes a nadie que mantener también tienes el mismo problema: tienes que poner pan y mantequilla sobre la mesa… para ti mismo. Es por eso que para lograrlo necesitas tener ahorros, inversiones o alguien en quien apoyarte.

¿Cuánto dinero tendría que tener invertido si quisiera solamente usar inversiones para dedicarme a vivir de lo que amo sin ganar una remuneración?

En el mundo de las finanzas personales existe un estudio que es muy interesante que se conoce como el “Trinity Study“. Básicamente es un paper que estudia cuánto es “seguro” retirar de nuestras inversiones en un año para no perjudicarlas en el largo plazo. En otras palabras, si tenemos $100 invertidos, ¿cuánto podemos sacar en un año para no dejar ese monto en $0 a lo largo del tiempo?

Se suele sugerir entre 3% y 4% (lo que se conoce como la “Regla del 4%”) de lo que tenemos. Por ejemplo, si tenemos $100 invertidos, es sugerible sacar un máximo de $3-4 en un año, si queremos mantener esos $100 para siempre.

Para calcular cuánto dinero necesitamos invertido para dedicarnos a tiempo completo a nuestra “actividad amada” debemos:
  1. Calcular cuáles son nuestros gastos mensuales promedio. Por ejemplo: Gastamos $100.
  2. Cálcular cuál es nuestro gasto anual. Por ejemplo: $100*12= $1.200
  3. Multiplicar ese número por 25 (regla del 4%). Por ejemplo: $30.000. De esta manera, podríamos dedicarnos de manera indefinida a esto y esos $30.000 nunca se nos agotarían.
  4. Alternativa: Evaluar si queremos hacerlo por siempre o solamente por un período de tiempo determinado. Por ejemplo: Si reunir $30.000 es mucho tiempo, tal vez pensar en 1 o 2 años sea suficiente, por lo que debemos reunir $1.200 o $2.400 para poder tener 1 o 2 años de “Libertad Financiera”. Sin embargo, hay que tener claro que en caso de hacer esto quedaríamos en $0 al final del período y habría que partir de nuevo desde cero.

La alternativa ideal: hacer más de una cosa a la vez

Creo que esperar a llegar a la libertad financiera para hacer aquello que amamos puede ser mucho tiempo, en especial si estamos partiendo. Nadie quiere hacer una dieta 20 años para empezar a ver los resultados solamente al final del período.

Es por eso que yo personalmente siempre he optado por hacer más de una cosa a la vez. Tener más de una profesión. Tener un hobbie, un trabajo paralelo, un trabajo por las noches y por los fines de semana.

Esa es la forma de no morir en el intento y mantener el pan y mantequilla sobre la mesa.

Además, tiene un beneficio oculto muy importante: si pierdes tu trabajo, tienes más de una fuente de ingresos y eso puede marcar toda la diferencia. Cuando inviertes en una empresa, si existe solamente un proveedor hay mucho riesgo. Lo mismo pasa en nuestras finanzas personales: tener solamente un proveedor de ingresos puede ser una cosa muy riesgosa.