¿Necesito contratar un seguro de vida?

Fecha de Creación
June 28, 2021
Categoría
Finanzas PersonalesEstilo de Vida
Tipo
Artículo

Hay mucho que está en juego para nuestros hijos cuando todavía son chicos y la muerte es algo completamente impredecible (se los digo como una persona que se quedó huérfana con dos hermanas chicas todavía en el colegio).

Esta semana estuve haciendo una asesoría a Roberto (no su verdadero nombre). Roberto se encontraba recientemente divorciado, tiene 45 años y un hijo pequeño de nueve años. Dentro de nuestra conversación surgió un tema muy importante: ¿qué pasa con mi hijo si fallezco?

La cosa no era tan fácil porque Roberto sentía que no tenía una gran herencia que dejar y eso lo tenía preocupado. ¿Qué pasaba si fallecía y no tenía suficientes recursos para ir a un buen colegio?, ¿estudiar algo que quisiera?

También pasa mucho que no queremos conversar de este tema, porque significa reconocer muchos sentimientos delicados, como nuestra propia mortalidad y lo frágiles que pueden ser algunas veces nuestras vidas. Además, este es un tema que todos sabemos que es importante, pero no urgente, y se suele olvidar.

Para las personas que les preocupa qué pasaría con su familia si ellos fallecen, es importante considerar el comprar seguros de vida.

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Foto por Daniel Tausis en Unsplash

La primera pregunta que hay que hacer es: ¿necesito o no seguros?, y la segunda es: ¿cuánto necesitaría?

Afortunadamente mi vida como docente universitario y abogado me han acercado a un mundo que no hubiera tenido mucha oportunidad de conocer: el de los seguros. En la universidad me ha tocado enseñar, dentro del ramo de leyes “Derecho Comercial”, unidades sobre el tema de los seguros. Asimismo, la vida con algunos clientes me ha puesto casos que resolver a este respecto.

De ahí que creo que es importante partir por la primera gran pregunta: ¿necesito o no contratar un seguro?

Carl Richards en su libro “The One Page Financial Plan” tiene una muy buena regla general a este respecto:

“Si la respuesta a la pregunta ¿qué no me deja dormir por las noches? es “Me preocupo por lo que le pudiera pasar a mi familia si yo muero”, deberías contratar un seguro de vida.

Los seguros son la mejor forma de poder dormir tranquilo en estos casos y transferir los riesgos a una empresa. La otra, es tener ahorros suficientes como para “suplir” un seguro, pero esto es más fácil decirlo que hacerlo, por lo que contratar un seguro es una buena opción si estás comenzando.

Si no tenemos a nadie que financieramente dependa de nosotros, no hace ningún sentido tener un seguro de vida. Es una verdadera pérdida de dinero y si nadie depende de ti (por ejemplo, tienes un hijo o hija que ya creció y no necesita tu apoyo financiero), deberías cortar todos esos seguros.

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Foto por Bill Oxford en Unsplash

Cuánto no es tan difícil de calcular

Debemos recordar que los seguros son una forma de compensar una pérdida, no son una inversión. Nadie se va a hacer rico con seguros porque la ley no lo permite (existe un principio que se conoce como el principio de indemnización, en virtud del cual un seguro no puede ser oportunidad de lucro o ganancia para el asegurado, solamente una forma de quedar donde mismo estaba, es decir, indemne).

La segunda pregunta es, por lo tanto, en caso de haber señalado que si tenemos alguien que depende financieramente de nosotros, ¿cuánto es razonable?

La corredora de seguros o el funcionario de la aseguradora siempre va a intentar ofrecerte la mayor cantidad de seguro posible, ya que su forma de ser remunerado depende proporcionalmente de ello. Es por eso que debes buscar un asesor imparcial o a un tercero que te ayude en este respecto.

Una estrategia que se utiliza para este cálculo es usar una adaptación de la Regla del 4% (ver Trinity Study), en virtud de la cual debemos hacer la siguiente matemática:

Si mis hijos (o el beneficiario a quien designemos) reciben X cantidad a mi fallecimiento, ¿qué pasaría si invierten todo el dinero y retiran de lo que dejé solamente un 4%?

Por ejemplo, si mis hijos reciben $1.000 al momento de yo fallecer, ellos podrían invertir ese dinero en la Bolsa. Si lo invierten, en promedio, podríamos decir que van a obtener entre un 5% y 7% cada año, por lo que podemos decir que van a obtener entre $50 y $70 todos los años. Si ellos retiran un 4% de los $1.000, eso quiere decir que estarían retirando $40, lo cual sería inferior a lo que ganarían y por lo tanto su capital inicial no se agotaría.

En otras palabras, si yo tomo $1.000 el 01 de enero y lo invierto, obteniendo $70 al cabo de un año (31 de diciembre), tendré $1.070. Si retiro $40, me quedan $1.030 para invertir el próximo año. Si sigo esta misma lógica (de sacar menos de lo que gano), los $1.000 iniciales nunca se me van a agotar.

Ahora, tomamos esos $40 y lo dividimos por 12 meses, para ver cuánto le quedaría a nuestros hijos de manera mensual, lo que es cercano a $3,3. ¿Es este monto suficiente para que ellos vivan?

Seguros de vida o seguros mixtos (vida y ahorro)

Dentro del mundo de los seguros de vida, hay muchas muchas opciones. Las aseguradoras se han preocupado de inventar cuánto seguro se les pueda ocurrir, por lo que navegar por esos mundos no es una cosa sencilla.

El único comentario que puedo hacer a este respecto es que existen seguros de vida en caso de fallecimiento (tu hijo, o el beneficiario que tu designes, recibe dinero si falleces) o seguros de vida mixtos, que son una mezcla entre seguros de vida y de sobrevivencia. En palabras sencillas, son seguros donde empiezas a pagar y pueden pasar dos cosas: si falleces antes de una determinada fecha, tus hijos o beneficiarios reciben una indemnización, o si, llegas a una determinada edad o etapa sin fallecer, el dinero se te paga a tí como si fuera una especie de pensión de vejez.

Creo que en estos casos, yo optaría por los seguros mixtos, pero es un tema de preferencia de cada uno.

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Foto por Kin Li en Unsplash

No necesitas un seguro para todo

Unas últimas palabras de precaución: no dejes que tus miedos te hagan contratar todo tipo de seguros. Un error inverso al de contratar un seguro es contratar demasiados seguros innecesarios.

Siempre pregunta antes de contratar un nuevo seguro y se muy quisquilloso en especial con los bancos, que te ofrecen miles de seguros que no necesitas.

Mi regla personal es: si yo no pregunté por un seguro, es porque no lo necesito.